Una broma sobre Jada Pinkett Smith del humorista provoca el enfado del actor. Su subida al escenario y sus exabruptos causan estupor entre el público, los periodistas y la audiencia, que no entendían si se trataba de un ‘gag’ guionizado.
Ni un discurso emotivo, ni un premio inesperado. El momento más comentado de la 94º edición de los Premios Oscar lo han protagonizado Will Smith, que esta noche es candidato a recoger la estatuilla a mejor actor protagonista, y el comediante Chris Rock.
El humorista, que había subido al escenario a entregar el premio a mejor documental, ha bromeado sobre Jada Pinkett, esposa de Smith.
El humorista ha declarado que Pinkett podría haber participado en la secuela de La teniente O’neil ahora que está rapada. Una broma de mal gusto teniendo en cuenta que ella anunció el año pasado que se había rapado la cabeza por sus problemas de alopecia.
En primer lugar, Will Smith ha subido al escenario y ha lanzado un puñetazo al humorista, que lo ha esquivado, en lo que parecía un gag guionizado. Después ha vuelto a su butaca y ha elevado la voz para gritar: “¡No nombres a mi mujer!” —en inglés Keep my wife’s name out of your fucking mouth—.
El hecho de que utilizara un termino prohibido en la televisión estadounidense ha hecho saltar las alarmas sobre que la situación fuera un altercado real y no un guion. De hecho la palabra fucking ha sido censurada por la cadena ABC en Estados Unidos.
La publicista de Will Smith se acercó a él después del incidente, durante una pausa, y han mantenido una conversación por un rato, según reporta Variety. En la sala de prensa se ha pedido a los periodistas que no preguntaran sobre el incidente, informa Luis Pablo Beauregard. El siguiente presentador, Sean Combs Didi, ha intentado poner paz y se ha referido a la situación diciendo: “Will y Chris, vamos a solucionar esto como familia. Ahora mismo vamos a seguir adelante con amor”.
Una vez en el escenario, cuando ha subido a recoger el premio a mejor actor protagonista, no ha hecho referencia directa al incidente ni se ha disculpado a Chris Rock, pero sí lo ha hecho con la Academia y con el resto de compañeros nominados. “Richard Williams fue un acérrimo defensor de su familia.
En este momento de mi vida, estoy abrumado por lo que Dios me pide que haga y sea”. Ha hablado de apoyar a sus compañeras de reparto: “He sido llamado a proteger a mi gente, a ser un río para mi gente. Para estar en este espectáculo tienes que aguantar insultos”.
Dice que Denzel Washington, que se le ha acercado durante una pausa, le ha advertido que en el momento más importante de su vida el demonio ha llamado a su puerta. “Quiero ser embajador del amor. Quiero pedir disculpas a la Academia, al resto de los nominados.
Es un momento precioso; mis lágrimas no son por ganar el Oscar, sino por arrojar luz a todo el reparto de El método Williams. El arte imita a la vida, y yo he parecido el padre zumbado.
El amor te hace hacer cosas increíbles”. Ha bromeado sobre su madre, que no quería venir porque tenía cita con su grupo de ganchillo. “Espero que la Academia me vuelva a invitar”.
Fuente: El Pais
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