CIUDAD DE MÉXICO, 16 de junio.- Originalmente el Tren Maya estaba previsto para recorrer una de las vías principales del caribe mexicano, en Playa del Carmen, en viaducto elevado, pero finalmente –a principios de año– se anunció que esto no sería así, sino que pasaría detrás de la zona hotelera. Recientemente, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) reconoció que este cambio del trazo del Tramo 5 Sur se debió a un interés económico, publicó Expansión Política.
Efraín Olivares, gerente del Fonatur Tren Maya, aseguró que se decidió mover las vías, que originalmente pasaban sobre la carretera 307, frente a los hoteles de la Riviera Maya, a una zona selvática, para no alterar la actividad turística, incluso cuando ya se habían empezado las obras y se habían desmantelado miles de árboles.
“Fue un interés económico, para no afectar a los hoteleros ni al turismo”, dijo Olivares durante una reunión informativa sobre la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del tramo de 67.7 kilómetros, que va de Playa del Carmen a Tulum, celebrada en la casa ejidal Jacinto Pat, en Tulum, Quintana Roo.
Desde que se presentó el proyecto en 2018 hasta la fecha, han habido modificaciones en el Tren Maya que elevaron su costo hasta los casi 230,000 millones de pesos (inicialmente se calculaba en 120,000 mdp), según comentarios del exdirector de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, antes de dejar el organismo encargado del tren.
Desde septiembre del año pasado, empresarios y hoteleros habían pedido al organismo no realizar las obras frente a los hoteles, sobre la avenida que cruza todo el estado, de norte a sur.
“En septiembre de 2021 fue la primera vez que lo pedimos, en reuniones privadas, donde se hablaba que no era viable para el multidestino del Caribe mexicano, que es Cancún, Puerto Morelos, Playa del Carmen y Tulum, que se hiciera por el centro de la carretera”, rememora Lenin Amaro, presidente del Consejo de Coordinación Empresarial (CCE) de la Riviera Maya.
La petición se derivó del problema de embotellamiento que ya estaban generando dos fracturas en la carretera que tardaron en repararse 13 meses, lo que causó pérdidas económicas y el enojo de miles de habitantes y turistas que transitan en esta zona de Quintana Roo, así como de los empresarios y hoteleros.
Fue el 13 de junio de 2020 cuando la carretera 307 se hundió a la altura de Puerto Aventuras. Y aunque primero se pensó que era un socavón, miembros de la organización Círculo Espeleólogo del Mayab que exploraron el sitio en días posteriores aclararon que se trataba de una cueva acuática, cuyo techo –por donde pasa el asfalto– se venció aparentemente por el incesante flujo vehicular y las lluvias torrenciales de las tormentas de la temporada.
La fractura dejó al descubierto el manto acuífero y especies endémicas de la región –como moluscos ciegos– y vestigios que datan de millones de años atrás. Para solucionar el problema, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) había propuesto un puente de 40 metros de largo y uno de alto que librara la falla, pero fue descartado.
A un año de aquel incidente, la fractura aún no se arregla, pues la solución de la dependencia fue rodearlo. Con barreras viales de protección se desvió ligeramente el camino, lo cual sigue provocando embotellamientos en el punto donde ya no pasará el Tren Maya.
Además, a ocho meses del hundimiento, en febrero de 2021, a 42 kilómetros de distancia, apareció una nueva fractura sobre la carretera, ahora a la altura de Playa Paraíso, lo cual generó una segunda clausura de carriles y agravó los problemas. Para entonces, el Fonatur tomó la administración de la carretera 307 y coordinó los trabajos de reparación temporal, que se consiguieron en julio.
Con esa experiencia, los empresarios manifestaron su descontento con que el Tren Maya pasara sobre la carretera, pues serían al menos dos años de obras, que conllevarían afectaciones similares a las vividas en los meses previos.
“Mover el material, las ballenas, los tráileres, todo lo que conlleva un proyecto de esa envergadura, ya se preveía un caos como con los ‘socavones’, pérdidas económicas, afectación a los trabajadores y al turismo”, dice Lenin Amaro.
La exigencia pasó de reuniones privadas a actos públicos. Primero se envió una carta al entonces titular Rogelio Jiménez Pons, donde se hacía la petición, quien aceptó una reunión en el Palacio Municipal de Playa del Carmen, la cual se celebró el 22 de diciembre de 2021. En el encuentro, los empresarios y hoteleros dieron sus argumentos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el cambio a principios de año. “No es en la orilla de la playa, es atrás, es un nuevo trazo”, dijo en conferencia de prensa en la que pidió el apoyo del sector hotelero para la modificación, por lo que ya no fue necesaria la segunda reunión acordada para mediados de enero 2022, pues antes de lo agendado, ya con Javier May Rodríguez como nuevo director del Fonatur, se anunció el cambio.
Daniel Chávez, uno de los empresarios más importantes en la zona, es también “supervisor honorífico” en la obra, nombrado así por el presidente. En junio de 2020, cuando el Ejecutivo federal dio el banderazo inicial, impulsó el trabajo de Chávez Morán y descartó algún conflicto, pues aseguró que él no realizaría ninguna inversión en la obra ni cobraría por sus servicios.
“Vamos a contar con el apoyo del empresario Daniel Chávez Morán. Daniel Chávez es empresario del sector turístico de México, tiene dimensión social, es el empresario del sector de turismo más importante de México”, afirmó.
El empresario cuenta con un desarrollo hotelero en la Riviera Maya, catalogado como el más lujoso de la línea, el cual se encuentra en la carretera Cancún-Playa del Carmen, por donde iba a pasar el tren. Además Grupo Vidanta, de Daniel Chávez, incorporó recientemente en sus menús bebidas con base en Chocolates Rocío, empresa de los hijos de López Obrador.
Se anuncia cambio de trazo y comienzan reclamos
El 21 de enero, May anunció en conferencia de prensa desde Cancún la suspensión de las obras que se realizaban en la carretera 307 por el cambio de ruta. Para entonces ya se habían triturado árboles y reubicado más de 20,000 miles que se encontraban en el camellón y para lo cual se habían gastado 60.4 millones de pesos, adjudicados por el Fonatur mediante cuatro contratos.
Un mes más adelante, Grupo México, que lidera el consorcio encargado del tramo, comenzó a realizar trabajos en la nueva ruta, a unos 10 kilómetros del centro de Playa del Carmen, a las afueras de la zona urbana y de lo contemplado en el Programa de Desarrollo Urbano de Playa del Carmen.
En menos de un mes ya sumaban más de 40 kilómetros deforestados, de acuerdo con cálculos de integrantes de la organización Sélvame del Tren. La MIA fue presentada apenas este 18 de mayo, a tres meses del desmonte de árboles, y cuando el estudio aún se encuentra en elaboración, reconoció Efraín Olivares, en la misma reunión informativa.
Por la deforestación hecha sin la MIA, ni los estudios correspondientes, ni el rescate de fauna y flora, el 30 de marzo buzos profesionales calificados en inmersiones promovieron el amparo 884/2022, del que el Juez Primero de Distrito con sede en Yucatán, concedió la suspensión definitiva el pasado 30 de mayo.
El juez Adrián Fernando Novelo Pérez, juez primero de distrito, resolvió ordenar al Fonatur frenar por tiempo indefinido la construcción del Tramo 5 Sur del Tren Maya, de modo que no se permitirá la ejecución de obras relacionadas con su construcción, infraestructura, remoción o destrucción de la biodiversidad del terreno o cualquier otra actividad que implica su ejecución material.
José Urbina, buzo e integrante de Sélvame del Tren, pide que el tren se devuelva a su trazo original, para que corra sobre la carretera 307, a fin de que haya menos impactos al ambiente, dado que el Tramo 5 Sur propone impacto sobre 470 terrenos forestales y losas sostenidas con pilotes en 6.67 kilómetros en los que hay mayor densidad de cuevas y cavernas, según lo informado por Efraín Olivares. (Fuente: Expansión Política)
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